lunes, 21 de junio de 2010

TUMBA...20º CAPITULO

Marina se encontraba sentada en una roca. Los acontecimientos de la tarde la habían dejado muy triste y desolada. La muerte de Dago fue un golpe muy grande del cual no creía poder recuperarse. En ese momento le pidió a su hija que fuera a la cabaña porque necesitaba enterrar a su perro y no quería que la niña viera en donde lo hacía. Elizabeth tenía en la mano una pala y en la otra el libro con la serpiente en la tapa. Luego de buscar lo que necesitaba comienza a leer. Al terminar comienza a cavar un pozo cerca del ciprés. El árbol se encontraba con sus ramas casi tocando el suelo como si se hubiera triste. Al terminar de cavar la mujer toma con mucho cuidado al perro y lo pone en el fondo de la fosa. Al echarle tierra comienza llorar, recuerda todos los viajes que había hecho con Dago y todos los momentos de soledad que los compartió con él. El destino le deparaba otra cosa y esto era una de los afectos que debía dejar en el camino.
Alana era una mujer sabia y poderosa. Elizabeth creía que su vida tenía un propósito del cual la mujer del vestido de gasa le estaba mostrando. Pero ahora debería dejar a Marina aún más sola todavía al quedarse sin su fiel compañero y eso le dolía tanto como la ausencia que iba a sufrir cuando ella se fuera. Pensando que dentro de 10 años debería irse al bosque para no regresar nunca más.
Sólo un recuerdo en su mente quedaba en el misterio y ese era Moreno del cual nunca pudo averiguar a dónde fue ni qué fue lo que le pasó. Pero tenía la esperanza que su hija en algún momento lo encontrara y así poder cerrar definitivamente el círculo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.